Nendo dango, no son más que bolas de arcilla rellenas con semillas y algo de fibra, como puede ser mantillo. Es un método de plantación ideado por el microbiólogo y agricultor Masanobu Fukuoka. Masanobu Fukuoka divulgaba la agricultura del no-hacer, que no es lo mismo que la de no hacer nada. Con estas bolitas se pretende ahorrar el cavar la tierra, con lo cual no habrá que romper el suelo para sembrar y de paso dejar en paz a la microvida que se desarrolla en el suelo. El método no puede ser más elegante, simple e ingenioso. Ponemos las semillas ya «enterradas» de antemano y con una pequeña dosis de abono, de esta forma las semillas están en estado latente y protegidas de insectos, pájaros o roedores, hasta que se den las condiciones de germinación. Al esparcir las semillas no debemos preocuparnos por semilleros ni por cuando hay que sembrar ya que las semillas sólo germinarán cuando se den las condiciones de temperatura y humedad necesarias.
Hace unos días quise aprender a hacer dichas bolitas. Hacerlas una a una, como proponen muchos por ahí puede estar bién si vas a hacer unas decenas, pero para hacer cientos, miles o millones sería desesperante a la par que inviable. A Panos Manikis, un griego discípulo de Fukuoka, se las he visto hacer en un vídeo con una hormigonera. Yo no tengo hormigonera en casa, pero he aplicado el método que aconsejan tanto Fukuoka como Manikis a muy pequeña escala.
Quería utilizar materiales que tuviese a mano. Donde vivo la arcilla es muy escasa, el terreno es muy calcáreo y más bien arenoso. Sin embargo en los sitios donde se suelen formar los charcos después de la lluvia, he observado que se suele formar un depósito de aspecto arcillo. Recolecté unos cuantos terrones secos de dicho material. Tras machacarlo lo pasé por un cedazo para eliminar piedrecitas, palitos y demás elementos no seseados, quedándome con un polvo bastante fino. A dicho polvillo le agregué semillas y un poco de mantillo para que aportase fibra y sustancia nutritiva. Una vez mezclado fuí humedeciendo con un atomizador, a la vez meneando el cubo donde tenía contenida la mezcla, remedando a la hormigonera de Manikis. Se me fueron formando prácticamente solas las bolas cuando alcanzaron la humedad justa. 10 segundos tardaron, no más. Las puse a secar al sol y al día siguiente tenía unas bolas compactas que no se deshacen fácilmente. Creo que he conseguido hacer nendo dango. Os pongo una fotillo.
alcionsblog
/ 13/07/2012Ya empezaron a germinar algunos :-))