Con una forma de construcción similar al macetón que os presente en una entrada anterior, he construido esta mesa de cultivo.
Os pongo unas fotos del proceso.
Lo primero será cortar las tablas que vamos a necesitar a la medida necesaria, en mi caso 6 tablas de 120 cm y otras 6 de 60 cm. Dos de las tablas cortas las dividimos longitudinalmente por la mitad. Hacemos unas ranuras a cada tabla con idea de que ensamblen entre sí como los troncos de las cabañas de los pioneros del Lejano Oeste.
Las ranuras deben tener una profundidad de 1/4 la anchura de la tabla y el mismo grosor que tengan las tablas que pensemos utilizar. En mi caso hice con la segueta tres rajas por cada ranura, que son fáciles de “sacar” con ayuda de un formón y un martillo. Para rematar la faena repasamos con una escofina. Poco a poco vamos realizando el mismo trabajo con cada una de las tablas y a ambos extremos. Las tablas cortas que hemos dividido longitudinalmente a la mitad, solo llevarán una mueca a cada extremo. La idea es que ensamblen de la siguiente forma:
Una vez tengamos todas las tablas cortadas ensamblamos y encolamos.
Así construimos el cajón que albergará el sustrato. En el fondo, con idea de que no se desfonde el cajón ponemos unos travesaños.
Colocamos las patas atornillándolas a las esquinas.
Grapamos malla de 0.5 cm en el fondo para dar consistencia al fondo, forramos con malla antihierba y llenamos con sustrato.
Ya estaría listo para sembrar.