Hace unos días pude probar uno de los botes de aceitunas en salmuera que puse septiembre.
Más simple imposible. Haces una salmuera de 60 gr/l de disolución. Cubres las aceitunas con la salmuera, y si quieres pones una película de aceite por encima para no dar oportunidad a los posibles mohos, cierras el bote y esperas varios meses, unos seis meses… y ya está. No hay que partir, ni rajar, ni machacar ni nada de nada.
Al cabo del tiempo las bacterias y levaduras se encargan de transformar lo que es una aceituna amarga e incomestible en lo que, desde mi punto de vista, es un manjar. Hay gente que no les gusta así las aceitunas, porque conservan un toque de amargor todavía, pero a mi me encantan.
¡Salud!